Por Neandro R. Esteves Alcazar
Nuestro país, mejor dicho la mayoría de peruanos, aún conservan aquel miedo insensato por la basura, les da temor ensuciarse un poco con ella, cogerla con las manos a la hora de limpiar, hasta les desagrada botar en bolsas plásticas de color negro la basura, para la mayoría es aberrante que sus padres o parejas los obliguen a depositar aquellas bolsas llenas de desperdicios en alguna esquina de alguna cercana o lejana calle, cada día o cada noche (depende de la costumbre familiar), y les da pereza reciclar, apelando a que eso es una moda de gente adinerada, o a que no hay tiempo de hacerlo, aunque existen casos extremos, como el de algunos que no saben ni lo que es el reciclaje.
¿Acaso todo peruano sabe lo qué es reciclar? ¿Todos conocen que significa el término “biodegradable”, o saben lo que son las bolsas de este tipo? ¿Sabemos de qué tratan los tachos azules, verdes, amarillos y blancos? Muchos no saben a qué me refiero, alguno supongo que sí, quizás sea por eso que nuestro país aún no avanza, no crean que no ser consciente de la basura que arrojamos a las calles es la culpa máxima de nuestro subdesarrollo, tampoco lo es no reciclar, pero son partes fundamentales de las causas que nos hacen vivir en el atraso.
Esa es nuestra realidad, por más grotesca e inverosímil suene, muchos en el Perú no poseen la “Cultura de Reciclaje”. Así sea para muchos peruanos una mentira, el reciclaje si ayuda y brinda beneficios a nuestro país, creando estabilidad en la sociedad, y por ende a nuestro país.
Pero eso no lo sabe las personas que aún riegan sus desechos en bolsas en las calles, que juntan con asco toda su basura, sin tomarse el tiempo de separar los papeles, los vidrios, los cartones, nos restos orgánicos, y demás, aún no existen aquella conciencia que les diga que no deben amontonar la basura en bolsas, y más si en sus barrios existen perros callejeros, que piensan que las bolsas son juguetes comestibles, y las devoran sin piedad causando que la basura vuele de un lugar a otro por toda la calle, tampoco existen la vergüenza en aquellos que botan sus desperdicios sin bolsas, ni nada, causando cerros de basura y “focos infecciosos”.
La basura causa enfermedades y eso mucha gente no lo sabe, causa infinidad de desgracias, como los malos olores en la ciudad, el mal paisaje de ésta, causa contaminación en el ambiente, y esta a su vez causa un desgaste en el planeta en que vivimos.
Es por eso que muy poca gente ha tomado conciencia, y se ha preocupado en reciclar, en darle buen uso a los papeles que ya no deseas, a los cartones que le estorban, a ya no usar aerosoles, a saber donde color los vidrios rotos. También algunas municipalidades se han puesto los pantalones y prohíben el arrojo de basura en los mares, en las calles, ya existen tachos de colores para cada tipo de desecho.
Ahora está en nuestras manos en cambio, no tenerle miedo a la basura, a saber que esta se debe separar para que así el mundo mejore, para que nuestro país mejore. No sigamos el paso del romano Marco Aurelio (“El Sabio”), que decía que ra una tontería preocuparse por nuestra sociedad y por el mundo, pues estos nos no se preocupaban por ello. Nosotros podemos cambiar todo en nuestra sociedad, país, planeta y universo.
Leyendas:
Foto 1: “Prohibido Tirar Basura”, aquí casi nadie respeta eso.
Foto2: Mayormente las calles lucen así.
Foto3: Reciclar ya no es una opción, es una obligación
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